A veces la madrugada trae un equipaje de secretos dormidos que trepan desde nuestros tobillos. A veces la madrugada es una pesadilla de árboles con rostros humanos -amenazantes- extrañamente esculpidos en sus troncos, y con un rumor de miedo impreciso que nos arranca del sueño con un portazo.
A veces en la madrugada comienzan a elevar su vuelo una bandada de secretos como pájaros que emigran al sur, o que vuelven, porque el tiempo está loco y el corazón marca ritmos extraños y silenciosos.
La madrugada, entonces, es un tiempo para secretos que se intercambian como si fueran cromos, para convertirlos en nube o en aire en cuanto dejan de serlo, para espantar la tentación de la tristeza de un atardecer huérfano de palabras, y del dolor que nos causó, para iluminar los espacios que quedaron a oscuras porque el tiempo, ese traidor, agotó las luces con una conjura de deshoras.
Fue, entonces, un pacto de secretos con bostezos y madrugada, de ojos en los que el sol apenas había acabado de ponerse, de horas insomnes de preguntarle al tiempo por el origen, de apuntar en el cuaderno de la inconsciencia una lista de felicidades diminutas sin consecuencias todavía. Fue un pacto de secretos dormidos y de preguntas, de palabras erráticas, de promesas silenciosas y precipicios vallados.
Y enhebramos tus días con mis noches, y el eco de las lejanías con la sombra de tanto presente acumulado en los párpados, de tanto pasado archivado, de tanta madrugada. Y en el nudo de la mirada presentida y los labios fugitivos, escribimos en la piel, como de niños, un secreto con tinta invisible, con restos de otros naufragios, con miedo deshilachado.
En el mar que amanecía en una quietud de asombro y de certezas, temblaban las luces inútiles de alguna barca. Seguía sin llover. Y tú, seguramente dormías acunando un secreto.
Acababa de leer que el calor te agotaba más de lo normal, que necesitabas que lloviera… y ahora leo que sigue sin llover e imagino que sigues con tu cansancio a flor de piel… pero, Bruja, te has sobrepuesto de maravilla a estas adversidades. Y estos secretos, estas madrugadas y este nido de palabras que viajan en el tiempo y en el espacio, hacen que esta noche de viernes sea mucho más soportable. No sé qué te habrá pasado últimamente, y no es una pregunta directa, ni a quién van esas segundas personas del singular de tus textos… pero me encanta. Me alegra infinitamente.
cómo me siento identificada con tu escrito, vamos que casi lo leo como si fuera esa segunda persona de la que habla fusa, qué bien describes los interiores…
besos
Bueno, creo que llovió… debe ser eso. Porque si escribiste esto aún sintiendote tan mal como dices, algo está pasando (o alguien) que de pronto olvidas sensaciones que te ahogan y como si nada escribes esta maravilla.
Las madrugadas pueden ser terroríficas en medio del insomnio o maravillosas en compañia.
Besos
Por debajo del silencio, en la hora bruja de la madrugada nos regalas secretos dormidos que ya llevamos escritos en la piel con tinta invisible, como cuando éramos niños.
Un abrazo
Rafa
Una descripción muy verídica de lo que sucede en el mundo mientras dormimos, o de lo que nos sucede cuando nosotros no dormimos mientras otros lo hacen a nuestro lado.
Ismael lo describe, también muy bien, si me lo permites.
Gracias por esta sensibilidad tan especial y gracias por la canción.
Un beso
Qué harás, Bruja, para que me sonara en los oídos el rasgueo suave de la guitarra de Ismael Serrano mientras te leía, antes de poner la canción.
Qué harás, o cómo lo harás. Te lo preguntaría en serio, porque quiero aprender, pero me parece que es algo tan tuyo que no se puede enseñar. Sólo compartir. Y ya es bastante.
Un abrazo.
(Aquí no llovió. ¿allí? El calor sigue haciendo pegajoso cada segundo. El sofá tiene la forma de mi culo, como el de Homer Simpson. Que llegue, que llegue la tormenta…)
ainss mi querido ismael… con él si que soñaria yo.. y con poder asistir en diciembre al palau de la musica para escucharle de nuevo..
quizas te sorprendas pero lo unico que recuerdo de mis sueños es cuando son pesadillas…
ya nos queda menos para nuestro ansiado invierno bruja¡¡
un beso
La madrugada, insomne, siempre nos regala recuerdos, sueños, amores, ternura, invención…
un abrazo…y que llueva pordios!!!
La madrugada puede ser muy generosa con nosotros, cuando nada le pedimos. Gracias por traernos tanta belleza. Y duermes, es una canción que me gusta mucho.
Y ahora el que se equivocó de nombre fue Marcelo
Es un bello texto.
A veces mis madrugadas sólo han servido para lavar un tanto las huellas de la amargura.
La madrugada es un fenómeno extraño. Revela lobizones y oculta arcángeles.
un abrazo. he visto tu espacio, he leido en la llovizna
de tus amaneceres.
vengo de lejos, ya me voy.
ve alguna vez a mi morada,
es cálido a la mirada
y tengo sonrisas pequeñas
y espejos para los viajantes.
Hola Brujaroja,
Ultimamente he descubierto secretos en la madrugada; secretos que llevaban años escondidos esperando el momentos, las personas y el aire frío lleno de estrellas para salir. Han sido secretos tan profundos que se me dificulta saber que eran míos; el secreto de volver a sentir, de volver a saberme viva. Los secretos aparecen escondidos en besos fugaces, en besos amorosos, llenos de timidez y de deseo…. y no sabía ni siquiera que existían. Se escondieron tan bien que pensé que formaban parte de los recuerdos, del pasado y que tan sólo podría rememorarlos en la memoria.
Tienes razón, las madrugadas guardan secretos que asustan porque están llenos de vida.
Un beso.
Aunque vaya en esta entrada, que también es preciosa, quería decirte que el poema sobre cuentos de hadas es increíble y que no esperes otros 20 años… Un beso
¡cuánto se hace esperar la lluvia! Pero, finalmente, llueve y la humedad nos llega hasta el fondo de la piel.
Las noches tienen esa doble dicotomía. Resultan ese tiempo especial para dejarse ir, beber, hablar, leer, querer, besar, vivir…..: trasnochar. Y resultan, otras veces, la barrera, no siempre franqueable, que te permite ver el nuevo día. Noche,…y noche. Vida,…y muerte
¡Hola Bruji! Paso a saludarte, despues de todas nuestras aventuras eclesiásticas… Me ha encantado tu escrito, que bellas palabras y qué bien has descrito la melancolía de la existencia. Enhorabuena. Besotes, M.
Coincidencias de la vida. La madrugada de sábado también me trajo secretos dormidos desde hacía años. La madrugada del sábado también me pico ese algo que hizo que esos secretos volvieran a mí.
Cúidate brujita, y descansa. Un beso
Bruji…has conseguido un milagro….. que es que le empiece a tener respeto como artista a un tipo que hasta ahora me parecía un pesao de tomo y lomo ( lease Ismael Serrano que me aburría más que un libro de instrucciones sin fotos) . Pasado por tu filtro mágico casi me ha llegado, tienes realmente poderes, mi bruji…
Un abrazo
Qué bonito lo has definido!
Eso que transita a veces
en silencio,a veces a gritos
pero dentro de todos!
Gracias Bruja eres un tesoro.
♥♥♥besos♥♥♥
Te has superado a ti misma, y a pesar de la calorina. Que maravillosas palabras y cuantas verdades. Es para guardarlo y releerlo varias veces.
Querida Bruji: por fin encontré un cíber. Estoy en el Cabo de Gata (Almería), en una playa encantadora donde no hay mucha gente ni mi portátil tiene manera de conectarse a internet. Pero lejos de mis acantilados del norte donde la espuma es verde. Sin embargo, estoy bien, tranquilo, leyendo «La consagración de la primavera» de Carpentier en los atardeceres, refugiado en algún chiringuito semivacío donde esperar la puesta de sol recordando a mi Habana en cada sorbo de ron con limón.
Espero que estés bien. Y que el verano te lleve a disfrutar como te mereces. Que luego el invierno, ya sabes… es muy duro.
Un beso,
Pepe.
Si era un secreto compartido, era un momento íntimamente vuestro y eso no tiene precio.