Apenas he podido pasear por los blogs que leo habitualmente, ni responder a vuestros comentarios ni a algunos correos que he recibido. Apenas he podido hacer nada hoy, porque el cansancio ha empezado a trepar por mí y me ha apresado en esa incapacidad para hacer nada. Igual tiene que ver con el hecho del dolor de cabeza y de haber dormido muy mal. Me gustaría que fuera de otra manera, pero es lo que hay. Esperemos que sólo sea hoy, y que mañana amanezca y sea otro día y se me espanten los temores, y sobre todo se disuelva el cansancio, digo el cansancio particularmente invalidante como el de hoy.
El doctor G.(onzo) House me ha recetado una dosis de comics que en cuanto tenga ocasión (y en cuanto esté menos agotada) me aplicaré a tomarme a cucharadas, como el jarabe. Ahora, de momento solo necesito quedarme muy quieta en la mecedora y ver las olas grises y tranquilas y la lluvia que de vez en cuando se asoma, y quedarme así…
La vida en retales 