Vuelvo, en estos días de particular pochez, a P.D James en su diario y a una anotación en la que habla precisamente de la escritura de diarios (un blog no deja de parecerse a ello). Dice que las anotaciones cotidianas «absuelven, justifican, consuelan», en esa faceta del diario puramente terapéutica. Y después más abajo concluye: «Quizá todos los motivos anteriores estén subordinados a la necesidad de atrapar el tiempo, de ejercer cierto control sobre aquello que tanto nos domina, de obtener la seguridad de que, igual que el pasado puede ser real, también el futuro contiene una promesa de realidad. Escribo, luego existo».
Yo creo que se trata de atrapar el tiempo, que es un empeño en el que vengo aplicándome toda mi vida, sin saber muy bien por qué. No sé si porque me gusta el pasado, porque me gusta el presente o porque me gusta el futuro, pero en definitiva supongo que porque creo firmemente que el tiempo es el gran tesoro, el gran prodigio, la gran amenaza, la gloria y la condenación. Me he pasado toda mi vida tratando de ejercer un control sobre el tiempo, de retener los momentos, aunque no tengo muy claro para qué. ¿Sirven los recuerdos para algo? Acumulamos instantes, tratamos de atraparlos en fotos, en vídeos, y aún no sé muy bien para qué. No sé cuántas horas de grabaciones en vídeo tengo en casa de la infancia de mis hijos, de acontecimientos familiares, de cosas de trabajo, de amigos, de momentos. Hace un par de años me propuse digitalizarlos, me compré un aparatejo para el ordenador y me puse a ello. Y no conseguí pasar más allá de cinco minutos. Descubrí que no podía, que se me hacía demasiado duro, que la fuerza del pasado tan contundente se presentaba ante mí incontestable. Me produjo vértigo ver a mis niños tan pequeños, verme a mí (ay!) tan joven, y a M. (que sigue siendo joven y guapo, conste) . Me di cuenta de cómo ha pasado el tiempo en los amigos que veo con tanta frecuencia que siguen pareciéndome adolescentes y sólo cuando te enfrentas a esa imagen que eran ellos hace doce, quince años, parecen casi desconocidos. Pero ya no es una cuestión de espejo ni de arrugas. Es mucho más: es la espada del tiempo, el implacable. Es comprender que da igual, que por mucho que uno atrape momentos en una foto, por mucho que uno escriba, no hay forma de retener. Que todo es tan leve, tan inaprensible.
Y aún así, por no sé qué estúpido empeño, escribo.
Y la canción va, no sé muy bien por qué. Porque habla de otro tiempo, y por tanto, no se me fijen ustedes en los pelos del Gilbert, tan de entonces. Habla de dos tiempos, en concreto. Del primero, cuando era pequeña. Del segundo cuando utilizaba la parte instrumental como sintonía para un programa que hacía en la radio, muchos años después. Porque el tiempo, a veces se dobla…
Yo ya he renunciado a atrapar el tiempo. Escribo para acompar su decurso: a veces coincido en su marcha y otras voy de perfil. No sé ya si sólo escribo para comprenderme, para justificarme o para hacerme.
No sé qué estupido empeño será, pero yo te pido (si es que puedo pedir) que no dejes de escribir. Si te sirve de algo, aunque el tenaz tiempo pase rápido y se lleve con él tantas cosas, tú sigues ahí dando buenos momentos a los que te leemos. Y algo más, a mí me das una especie de protección, como de red para cuerda floja que me ayuda a publicar lo mío sin pensar (como pienso muchas veces) que no vale para nada. hay cosas que se ganan con los años, que no tenías antes. Antes no tenías un blog y no nos dabas alegrías a los que no te conocemos.
Hala, ¡ahí queda eso!
Te entiendo muy bien.. Nunca he podido con los videos.. no me gusta que me filmen, no sea que luego me pueda ver.. No tengo cámara de video y creo que nunca la tenga.. nunca seré lo suficientemente valiente como para enfrentarme de forma tan directa al tiempo que pasa..
Yo escribo por pura necesidad…
Besos atemporales
Leyendo tu entrada comprendo por qué nunca miro atrás, siempre el ahora y el futuro bah!, vivo al día porque el futuro lo considero incierto aunque no tan al día…
Siempre digo que escribo para no perderme…, total ando igual de perdida, y es tan fácil hacerse trampas…
Besos.
Escuecen esas imágenes de quienes fuimos nosotros y los que nos rodean, los hijos, los padres, los amigos. Escuecen porque hay cosas que se han perdido y no nos acordamos más que de lo bueno que entonces teníamos, no recordamos incertidumbres, recelos, afanes e insatisfacciones de entonces. Sólo queda memoria de que en aquel momento reíamos, nos divertíamos, éramos tan jóvenes, tan fuertes…
Pero ¿y si hubiéramos llegado hasta aquí y no tuviéramos detrás más que el vacío, la soledad, la tristeza? ¿Qué sentiríamos acerca de nosotros mismos si no tuviéramos anécdotas que contar, afectos que nombrar, personas a las que añorar? ¿Si pensáramos que no nos ha ocurrido nada interesante en este mundo en que habitamos?
Me encanta Gilbert O´Sullivan y, en especial, esta canción.
Besitos sin tiempo
El tiempo…
No obstante,siempre vamos
de prisa en prisa,grave error!
Nos dejamos llevar por el temor
de no llegar,de que sea tarde
pero lo real es lo que tú dices
el tiempo es implacable…
Nos hace valorar una imagen
que consume de a pocos
y ni reconocernos casi…
Parecemos increíblemente locos
desesperados,corriendo fácil
Para irnos al fin desgastados
consumidos y valorando
todo tiempo pasado…
Tremenda ironía de la existencia!
Sabiendo,somos nuestra decadencia!
Escribir,pensar imprimir experiencias..
No deja de ser provechoso
compartir es siempre hermoso!
♥♥♥besos♥♥♥
Yo creo que nos empecinamos en guardar esos momentos, congelarlos, por nuestra mala memoria, porque si no siempre pensaríamos que vivimos en presente, y se nos olvidarían detalles, que en su momento vivimos: una sonrisa, una situación divertida (o no), una caricia, un sueño…
El otro día le enseñe unas fotos a mis niñas de cuando yo era pequeña, con mis padre y mi hermano, reconocían a los abuelos, pero cuando les decía que esa era mamá, me miraban con cara extraña, como diciendo ¡anda ya!. ¿Debo comenzar a preocuparme?
Besos, mejorate rapido.
Hay que atraparlos como sea para recordar los grandes momentos de nuestra vida. Sentarte y ver que, efectivamente, lo has pasado bien en esta carrera, que los momentos de risas, besos y abrazos han sido más que los malos.
Yo soy de los que tienen el, ahora famoso, sindrome de Peter Pan. Y más ahora que tengo a mi pequeña de 2 años a tope… si al final, acerté de pleno en el «sobrenombre» de Dorian Grey, cada vez soy más joven!!!
Por cierto, si algún día voy al norte, ten por seguro que te aviso…
Tengo un gran dilema con el dicho de «Caulquier tiempo pasado fue mejor»…. a ratos lo afirmo y a ratos lo machaco…
saludos y salud
Tómate tu tiempo, no tengo tiempo, si coges esa carretera ganarás tiempo, cómo pasa el tiempo, en busca del tiempo perdido (para cúando una novela con el título en busca del tiempo ganado), dame tiempo, queda poco tiempo, a tiempo, cuando tenga tiempo, y si no, al tiempo, robándole teimpo al sueño, atrapar el tiempo, culaquier tiempo pasado fue mejor-peor….
¿y si no tuviéramos recuerdos?, ¿y si cada mañana nuestro disco duro borrara todo lo anterior?
Un abrazo
«Absuelven, justifican, consuelan». Y justo eso hago yo. Y, con el tiempo, que me sirvan para entender… que no se me olviden jamás las cosas que he vivido, que algunas con el paso de los días se hacen pequeñas, pequeñas. Lo que quiero es leerme en dos semanas y sentir exactamente lo que sentí mientras lo escribía, para no olvidarme de las cosas importantes… que no siempre se me mantienen intactas.
Un beso, Brujaroja.
Cierto Bruji, sabias reflexiones. Ya sabes que te leo, que no falto a tus citas, que lo que pienso anda afinado con lo que dices… Por cierto, lo del YouTube, 100% efeicaz. Lo de Abril, un verdadero regalo. Te lo debo.
Un besico.
Un día leí que el añorar el pasado era síntoma de que envejecíamos en espíritu. Desde entonces, me empeño con obstinación en no mirar hacia la que fuí, porque mañana seré mayor que hoy y el tiempo como muy bien dices no lo puedes parar…si no a la que soy, sin importarme las arrugas, ellas son testigo de mi historia mi código de barras… Y automaticamente pienso en los que ya se han ido para siempre y, éso me da alas para no mirarme con tristeza….Si te sirve de consuelo piensa en no mirar a la que fuieste … sólo a la que eres y serás.Que tengas un buen fin de semana.Un saludo de Angela
EL pasado y el presente van junto. El futuro es donde hay que preocuparse en formarlo.
Pedro: Escribir para hacerse es la hostia, y usted me perdone, pero es que la otra palabra que me salía era «sublime», y me da que quedaba un poco pedante. Usted comprende.
Laura: Muchísimas gracias por tus palabras. Ya me estoy poniendo como un tomate. Tú sabes que es mutuo… Lo sabes ¿verdad?
Violetazul: Esa cobardía yo la voy descubriendo (y posiblemente adquiriendo) con los años. Antes me daba igual. Anda que no habré hecho yo el gilipollas delante de una cámara… Otra cosa es verlo ahora y verme tan insultantemente joven…
Alfaro: Hacerse trampas es una cuestión de supervivencia. Pobres de nosotros si no consiguiéramos engañarnos creyendo que podemos engañar al tiempo…
Cecilia: Nuevas coincidencias musicales, por lo que veo… 🙂 Y tienes razón también los recuerdos «documentados» gráficamente son engañosos… Y cuando escribimos para dejar constancia de lo que hacemos o lo que sentimos, o cuando hacemos una foto, tratamos justamente de que quede todo, es decir, de que seamos capaces de recordar, al leer, al contemplar, el conjunto. No sólo lo que queda ahí. Y luego viene el tiempo y nos contradice. Terminamos por recordar únicamente la sonrisa de la foto y olvidamos que inmediatamente antes habíamos tenido una llorera estupenda. O sí recordamos la llorera, pero ya no nos acordamos de por qué había sido… Además… ¿cómo que lloramos por aquel imbécil de ojos verdes? Pero si era idiota, como luego se demostró… No, seguro que no fue por eso, seguro que aquellas lágrimas eran por otra cosa…
Mía: Es curiosa la paradoja que planteas… Vivimos deprisa, corriendo hacia un futuro, para luego dedicarnos a la añoranza del pasado. Con lo inteligente que sería disfrutar el presente sin más. Ay, que no aprendemos…
Anab: No. No debes preocuparte. Pero es cuestión de tiempo… Cómo van a entender tus niñas que su mami sea esa niña que es como ellas? Seguro que se volvió tarumba, mira qué cosas dice…
Alvaro: Son ayudas para la memoria. A veces pensamos que hay cosas que no se nos van a olvidar jamás. Y se olvidan. y luego resulta que recordamos otras absurdas que no hay quien espante de nuestra cabeza. Hacemos fotos, y vídeos, y escribimos, para tener un bastón en el que apoyar la memoria…
Si viene usted por el norte, mr. Peter Pan, no deje de avisar, estaré encantada de tomarme un café contigo y conocer a tu niña… Y ya sabes, cualquier tiempo pasado fue…anterior.
Rafa: ¿Y si fuéramos peces? No, sería demasiado, una memoria de dos segundos… Lo que sí podía estar bien (qué buena idea para un cuento, podías escribirlo) sería que existiera la posibilidad de un formateo del disco duro. A mí siempre me ha parecido fascinante la idea de quien se marcha a comprar tabaco para iniciar una vida totalmente desde cero. Y encima ahora, sin Lobatón para fastidiar el invento…
Fusa: Esa es la idea, lo que ocurre es que me temo que el nivel de detalle en la escritura que eso exige, es tremendo. Yo tampoco quiero que se me olviden las cosas importantes. Seguramente por eso escribo.
Codorníu: Gracias por venir. Me alegro mucho que lo del youtube funcionara… Ya lo he comprobado en tu blog… 🙂
Angela: Sí, a veces a mí también me da miedo que eso tenga que ver con lo de envejecer, lo que ocurre es que si es así, yo llevo toda mi vida envejeciendo… Pero a la vez, me empeño sistemáticamente en mirar hacia adelante. Y en mirar hacia hoy mismo…
Buen Hombre: Gracias por tu visita. Haremos lo posible por construir un futuro cuanto menos esperanzador…
Gracias a todos. Estoy un poco mejor, pero aún me falta energía suficiente para visitar y comentar en todos los blogs que habitualmente recorro… Pero os agradezco infinitamente que estéis ahí. Y en cuanto pueda, me pongo al día con todos…
Cómo te entiendo, bruja roja.
El tiempo en cajas tengo yo, suerte que con todas las mudanzas que he hecho en mi vida han sufrido algunas mermas, un baúl de fotos, mi afición a las cámaras viene de lejos. Empecé por darles a mis hijos la mayoría de fotos para que ellos empiecen su baúl de recuerdos, que el mío está muy lleno.
Ahora hay otra mudanza en ciernes y comentando con mi hijo, que estaba haciendo limpieza y salían montones de recuerdos que no sabía qué hacer con ellos y los volvía a guardar me dio una opinión muy lúcida.
“Todo lo que no hayas echado de menos o te hayas preguntado dónde estará, no es importante para ti y no vale la pena que lo guardes”
Con este nuevo criterio he empezado a revolver el pasado de nuevo.
Me gusta contemplar a mis mellizos de pequeños, su evolución, y verme tan joven y tan delgada ahora que con mi hipotiroidismo y la menopausia lucho con cada gramo para no ponerme “hipopotáma”.
Pero lo que más me importa del tiempo es el presente y trato de vivirlo con intensidad. No tengo un especial apego a las cosas, lo que me importa lo llevo conmigo, en mis recuerdos.
Besos