Feeds:
Entradas
Comentarios

Archive for 30 de May de 2008

Por qué pasan las cosas

No lo sabemos. No sabemos por qué ocurren las cosas, aunque las madres (yo intento no actuar así, lo juro) suelen saber siempre con antelación que va a ocurrir. Vamos, que las madres es bien sabido que son (yo no, yo intento no serlo, de verdad) profetas a tiempo completo y por eso una de las frases más pronunciadas (allá se va con «abrígate, que vas a coger frío» y «no pises que he fregado») es «Eso ya lo sabía yo». Sí, las madres siempre lo saben antes. Lo que creo que sí que no saben/sabemos, es por qué.

Esta mañana hablaba con Toté, que también es madre , (aunque tiene la sabia teoría de que a las madres, en cuanto los hijos tienen más de veinte años deberían amordazarnos como mínimo. Bueno, ella es más drástica , ella habla directamente de ahogamiento) y que yo no sé si sabe que las cosas van a ocurrir, pero se pregunta el por qué, lo cual dice mucho de su cabeza. Hablaba con Toté, digo de por qué suceden las cosas, de si lo que me está pasando responde a algún «designio». Bueno, la palabra designio no la hemos pronunciado. Es más, ella se lamentaba de que seamos tan «ateorras», que no podamos creer que hay un plan, que las cosas suceden por algo…

Hace un par de años, cuando me preguntaban qué regalo quería para mi cumpleaños,o por navidad, o lo que fuera siempre decía lo mismo: Lo único que quiero no me lo puede dar nadie, lo único que quiero de verdad es tiempo. Lo sabe mi familia, y lo saben mis amigos, que suspiraba por tener tiempo. Yo creo que lo deseé tanto, tanto, que se cumplió. A su manera, claro, que el destino (ese guionista tan patoso, o tan malvado que escribe los renglones de la existencia) o lo que sea, cumplió mi deseo, con daños colaterales, eso sí, pero tiempo sí que me dio… Ya se sabe que hay que tener cuidado con lo que se desea…

No sé por qué pasan las cosas, pero hoy hablando con Toté, tuve la sospecha de que empiezo a atisbarlo. A pesar de los pesares, siempre he tratado de no enfadarme demasiado con mi dichoso síndrome de fatiga crónica, que me tiene como me tiene. Pero empiezo a entender que las cosas tenían que ser así, o que no es gratuito que esto sea así. Que aunque no se trate de una caída del caballo en plan Damasco, sí es cierto que esto ocurre por algo y que es para algo.

Y no, no me estoy poniendo enigmática, nada de eso. Hablo de una cierta «iluminación» (no en el sentido budista, claro, qué más quisiera yo…), que tiene que ver con el hecho de entender, de ver las ventanas, de notar que las cosas que ocurren, las personas, las conversaciones, los correos, los gestos, incluso hasta los sueños que se me cuelan por las noches, todo, me ayuda a entender.

Y , arggghh. Qué rabia me da, porque todo esto queda tan new age, tan libritodeautoayuda, que es como si me hubiera vuelto tonta definitivamente.

Pero… ¿será verdad? ¿será verdad que las cosas pasan por algo? ¿por qué parece a veces que todo se empeña en abocarnos en alguna dirección? ¿está todo ahí, y tienen que ocurrirnos determinadas cosas para que seamos capaces de verlo? ¿por qué a veces somos tan cenutrios que nos empeñamos en no enterarnos de que la magia existe? ¿O no es así?

Para ser viernes por la tarde, me temo que hay demasiadas preguntas… Mejor la música. Va una canción que a mí personalmente, como la escuche, ya no me abandona en todo el día. Con todos ustedes, Calamaro’s Brothers…

Read Full Post »